San Telmo mereció sumar en la Isla Maciel ante Güemes, pero cayó por 2-1 en un partido que significa la obligación de ganar en Morón, la última fecha. Los cambios surtieron un efecto positivo en un equipo que, en la primera mitad, no tuvo suerte.

El primer tiempo fue una meseta. Un dos contra uno de Güemes casi los adelanta en el marcador a los tres minutos, con la respuesta inmediata de San Telmo con un mano a mano de Benjamín Giménez que resolvió bien el arquero y el remate de Gustavo Villarruel que salvó la defensa sobre la línea. Pasados los 15 minutos, Iván Maggi se inventó un gran movimiento para generar el primer tanto del partido, y obligar al Candombero a salir a atacar constantemente a los santiagueños.

A pesar de los intentos, la defensa visitante estuvo en su mejor tarde, y encima otra vez Maggi resolvió de manera genial un envío largo para marcar el segundo, llevando el partido al entretiempo con un marcador de 2-0.

Durante el segundo tiempo, San Telmo mereció marcar rápidamente, con múltiples chances encabezadas por Benjamín Giménez y Juan Requena, que volvieron a encontrarse con un inspirado Juan Mendonça en el arco gaucho.

Llegando a la media hora del complemento, Ezequiel Ramírez recordó todo de lo que es capaz y, con un zurdazo impecable desde muy lejos, estampó un golazo para darle el descuento a los de José Bianco.

El gol, aunque dio esperanza, no fue suficiente para un Candombero que ya no depende de sí mismo para salvarse. La victoria de Almagro sobre Patronato dejó a Telmo como único equipo en repechaje, esperando por el resultado de Flandria ante Defensores Unidos para no quedar en descenso directo. Queda la final de finales, el lunes 16 de octubre ante Deportivo Morón, en el Nuevo Francisco Urbano. Vamos Telmo, siempre para adelante.